Todos mis amigos están en Tinder buscando quién sabe qué: algunos, sexo 🍆; algunos, amistades 👦🏻👧🏻; otros, su media naranja 👨❤️💋👨. Así que me lo he descargado y he probado a ver qué ocurría. Este es el resultado:
Después de haber dado corazones ❤ a todos aquellos que consideraba bellos físicamente o por su descripción (pues no hay más opciones que una foto más o menos falseada y una mini bio), me he encontrado desde perfiles falsos de chicas con una intención poco clara todavía, perfiles de mujeres que buscaban otra fémina para hacer un trío con su novio, perfiles de chicas que solo buscaban amistad con otras chicas, y perfiles de chicos en múltiples variantes: aquellos que salían enseñando sus músculos y sus tatuajes y que solo buscan diversión sexual a través de mujeres que cumplan los estereotipos normativos de tallaje europeos, aquellos que salen en sus fotos de perfil con misticismo porque acaban de salir de una relación y no saben muy bien cómo se usa o aquellos que tienen el autoestima tan baja que le dan me gusta a todas las chicas solo para reconfortarse con un like de vuelta.
El resultado ha sido que he quedado con una chica 👩🏻 y dos chicos 👨🏻👦🏻, y ha sido una experiencia agradable, porque me he dado cuenta de que detrás de toda esa frialdad en decidir si querer ligar a una persona gracias a una foto, es posible descubrir que hay quienes buscan algo más que sexo aleatorio.
Tinder no es una aplicación solo para folleteos, también hay gente que se siente sola en el mundo y necesita charlar y desahogarse con otras personas.
¿Acaso Tinder está mejorando las relaciones personales que habían sido dejadas de lado por las conversaciones escritas que Internet nos ha mostrado?