El surrealismo, tal y como lo conocíamos, ha cambiado. Este movimiento artístico, que todos entendemos como una mezcla de imágenes y conceptos dispares, reunidos en una sola obra, para enlazar conceptos que jamás hubiésemos pensado que tendrían sentido como conjunto, ha dado una vuelta más de tuerca.
Si unimos la destreza informática de un diseñador, con la mente creadora de un artista, en una sola persona, tenemos lo que actualmente llamamos: surrealismo 2.0
Este concepto se basa, principalmente, en crear imágenes, videos o GIFS en las que, la mayor parte del trabajo, consiste en el diseño por ordenador. Llegando a crear obras dignas de exponer en un museo. Crean imágenes tan disparatadas y originales, que no es sorpresa que se les llegue a comparar con los grandes maestros surrealistas.
Esto es el siglo XXI, ¿por qué no puede una obra hecha con ordenador elevarse a la categoría de arte?
Lo que importa no es cómo se haga, sino el ingenio y la capacidad que se necesitan para conseguirlo.
Como la mejor manera de entenderlo, es verlo con nuestros propios ojos, aquí tenéis una pequeña muestra de lo que podéis encontrar a través de las redes sociales.
Diseñador gráfico de Jarkarta,
Indonesia. Une la fotografía y el diseño gráfico, para crear parajes imposibles llenos de alegorías que nos hacen soñar.
(Imágenes vía Instagram)
TIM WALKER
Después de dejar al mundo eclipsado con sus numerosos trabajos fotográficos para Vogue, este artista británico, comenzó a interesarse en el mundo del cine. Nos transporta hacia un mundo desconocido en el que solo él es capaz de entrar, dejándonos ver a través de un resquicio todo lo que pasa en su inagotable imaginación.
Este diseñador y animador gráfico, de Texas, crea imágenes que se repiten en bucle y son capaces de mantenernos embobados frente a la pantalla. Colores pastel, formas que no paran de cambiar y personajes de lo más extravagantes, inundan su innovadora página web.
(Imágenes vía web www.zolloc.com )
También como diseñador gráfico, crea imágenes en movimiento dignas de la ciencia ficción. Monstruos de lo más peculiares, representaciones del orgasmo femenino mediante formas y colores, manos o cráneos que explotan como si fuesen de plastilina… temas dispares moviéndose en la mente de un artista nacido para su trabajo.
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