Vivimos inmersos en un devenir de hechos. 💫💫
Constante e imparable. Llega un punto en el que es necesario aminorar el paso.
¿Realmente somos responsables de nuestro destino? 👁💥 ¿Creamos la realidad?¿O es ella la que determina hacia qué dirección avanzamos?
Es algo habitual que las sociedades posmodernas se jacten de no rendir cuentas ante nadie. Tal llega ser el poder concedido, que creemos tenerlo todo bajo control. 💔🗯 Dueños de nuestros propios actos y decisiones, con todo un mundo por recorrer.
Ya no respondemos más ante instituciones autoritarias ni cultos de ningún tipo. Un marcado laicismo brota desde lo más profundo de la colectividad. ❌🛐 Y no solo en el sentido puramente religioso. Las creencias pierden valor. Solo existe una cosa: la fe en uno mismo, y en el progreso tecnológico. 🔥🔥
Life imitates art – Lana del Rey
Las industrias culturales son fruto de ese tan alabado progreso y en cierta manera están configurando una realidad que reconocemos como propia.
La primera de ellas fue la de la literatura. 📖📚 Pero antes se había desarrollado la música, que permitía la materialización y expresión de sensaciones mediante estímulos tonales. Melodías para emocionar y literatura para verbalizar lo inefable. 🎞🎙Tras el desarrollo de la imprenta y el auge de la alfabetización de las masas, se difundieron los arquetipos o perfiles típicos de cada época. 😈😈 El villano, los bufones, la loca del ático, la joven dama en peligro… ¡qué curioso que la gran mayoría hagan referencia a estereotipos de lo femenino!
Dichas figuras, acabaron creando un compendio de comportamientos humanos que se desarrollaron dentro de cada comunidad humana. 👾👉 La ficción había trascendido las páginas. Más tarde llegó el cine, plagado de héroes y antihéroes, y por último el fenómenos de las series. Un movimiento que no es más que otra de las múltiples caras de una misma moneda.
El lenguaje es un elemento imprescindible. 🗣💬💣 Mata y da vida. Arruina ilusiones, pero también es capaz de generar un empoderamiento genuino y eficaz. Para todxs. Al fin y al cabo da forma a la realidad, y por consiguiente, también lo hacen sus creaciones más elaboradas: las obras de ficción. 🔛💓♻ Realidad e imaginación se retroalimentan, y lo hacen de manera constante. Son dos espejos, que se hallan en constante evolución, y el desarrollo de uno, motiva el del otro.
En pleno siglo XXI, nos hallamos en lo que muchos ya consideran la cuarta ola feminista, con un fuerte activismo que inunda la red, y esporádicamente las calles. 📱👯 Como respuesta, no es de extrañar que no dejen de aparecer personajes de la ficción que reflejen estos nuevos ideales, que abanderamos las feministas. 🔥🌜✨Juego de Tronos, Sabrina, Moana, las protagonistas de la última temporada de American Horror Story o incluso la última entrega de Los Increíbles son algunas pruebas de esta tendencia.
Existen otros casos, cuanto menos inquietantes, como el de Black Mirror. ☠😯Se trata de una serie que ya es objeto de culto y que en muchos episodios ya advertía del peligro de las redes sociales, y las interacciones que efectuamos en ellas. Planteaba esta situación incluso antes de que se diese en la realidad. ¿Casualidad?
No lo parece. 🤔🤔
¿Es oportunismo? 👽 ¿Necesitan las industrias culturales vender su producto a cualquier precio? 😵 ¿O no son más que un reflejo de la realidad tangible? 👁¿Quién decide realmente los tiempos y las tendencias actuales?👁
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