En su sitio web se describen como una “banda knock out o panqué”.
Hablamos del grupo punk Otoboke Beaver.
Es difícil no quedar intrigado por una bio así. Después de investigar unos pocos minutos, resulta evidente que Otoboke Beaver, el cuarteto femenino de Kyoto, Japón, no miente: es, definitivamente, intrigante.
Su nombre está inspirado en los populares love hotels japoneses, pensiones concebidas para tener sexo alquilando la habitación por horas, totalmente anónimas y temáticas; y sus canciones abordan temas tan cotidianos como las malas relaciones o el sexismo.
Integran el grupo Accorinrin (voz principal y guitarra), Yoyoyoshie (guitarra y voz), Hiro-chan (bajo y voz) y Kahokiss (baterista). Juntas están definiendo la escena punk japonesa a una canción a la vez. Desde el año 2009. Combinando los estilos garaje, punk y pop, el grupo hace canciones de ritmo acelerado acentuadas con la rabia de plantar cara a las normas de género y el patriarcado.
Sus actitudes Riot Grrrl y su pasión por el noise rock hacen que se destaquen como unas verdaderas renegadas de la escena underground.
Este año la banda ha presentado su tercer álbum de estudio, llamado Iketoma Hits.
A pesar de que un gran porcentaje de sus influencias vienen de proyectos japoneses de los ochenta como Japoos y Hikasyu, ellas mismas reconocen reminiscencias a bandas con idioma anglosajón como The Slits, Bikini Kill o Shonen Knife.