Nada perdura actualmente. 👽👾
Ni siquiera los clásicos se libran de las sentencias de la sociedad.
En 1999 todos los ojos estaban puestos en Columbine. La localidad de Colorado fue sede de una de las mayores tragedias de la historia reciente. 13 personas fueron asesinadas en la Escuela Secundaria de la localidad. Una violencia desmedida golpeó con fuerza, y acto seguido ya había un culpable: Marilyn Manson.
Los perpetradores de la matanza fueron los estudiantes de último año, Eric Harris y Dylan Klebold, que como tantos otros escuchaban al icónico intérprete. 🔥💉
Resultaba sencillo culpar al artista, al que muchos ya habían tildado de satánico previamente.
Para cada crimen hay que encontrar siempre un culpable. En los noventa fue Manson, actualmente es la ficción cinematográfica o los videojuegos. La violencia explícita en la pantalla, da lugar, tal y como aseguran muchas voces, a individuos «sedientos de sangre» y que no diferencian el contexto real de la mera alegoría.
Y esto no deja de ser un planteamiento falsario.
Los griegos fueron los primeros en aprovechar la violencia ajena en beneficio de la población. Así se acuñó el término catarsis. 👁💥 Poder contemplar las luchas de otros, causaba en el espectador una sensación de liberación, y, en lugar de reproducir aquello que había visto, aprendía de ello. Dicho aprendizaje sería aplicado, luego de forma inconsciente en su vida cotidiana.
Por tanto, ni los videojuegos ni la música que escuchamos o las pelis que vemos determinan cuán violentos o pacíficos podemos llegar a ser. 🔞🔮 Los diferentes crímenes sociales, que generan titulares amarillistas no son más que un síntoma de la situación del entorno en que nos movemos. Centrar el foco en los protagonistas de tales sucesos nos aleja del problema real, que suele ser múltiple y con implicaciones internacionales. 😎👾
Nada es blanco o negro, y los matices pueden ser motivo de sentencia o absolución.
¿POR QUÉ INTERESA QUE CULPEMOS A NUESTROS ÍDOLOS?
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