María Escoté es la encargada de abrir la última jornada de la Semana de la Moda madrileña. La Mercedes-Benz Fashion Week Madrid 2019 llega a su fin, y la diseñadora catalana reaparece en el calendario tras haberse ausentado en la pasada edición.
En esta ocasión, la alianza es con Wallapop. La aplicación de compra-venta de productos de segunda mano se asocia con la jueza de Maestros de la Costura en su nueva propuesta: Walla Bibidi babidi bu!
El nombre de colección no está escogido al azar. La diseñadora hace referencia a la mítica canción de Verna Felton mundialmente conocida por formar parte de la banda sonora de la película Cenicienta. El hada madrina transforma todo lo que le rodea con su varita mágica mientras suena este famoso tema.
Y esto es precisamente lo que María Escoté ha hecho en su última colección. La catalana ha dado una segunda vida a prendas que ha adquirido a través del mercadillo virtual, haciéndose con piezas únicas de las que se han desecho los usuarios de la aplicación.
Estas se han transformado radicalmente y han pasado a formar parte de una de las colecciones más esperadas de la Semana de la Moda. Este exitoso concepto corrobora el poder de la moda siempre que haya talento y creatividad de por medio.
Las prendas que integran la colección destacan por su versatilidad. La propuesta está marcada por la mezcla de tejidos y texturas: sedas, tafetán, paños, cuero. La paleta cromática también es muy extensa. Blanco, naranja, verde militar, rojo, malva.
La deconstrucción y los drapeados también juegan un papel fundamental. Escoté se sirve de las prendas originales, pero las dota de un sentido completamente distinto, fusionándolas y uniéndolas en looks impregnados de vibrantes colores.
La influencia biker y el streetwear también están presentes. Gorras, guantes de motorista o botas altas de cuero son tan solo algunos ejemplos. Logos de marcas como Adidas o escudos como el del FC Barcelona, incorporados en las prendas que la catalana ha adquirido a través de Wallapop, se reparten entre las camisetas y los complementos.
La intensidad del color se incrementa a lo largo del desfile, desembocando en tonos cálidos que se fusionan con otros más fríos, adoptando formas geométricas repletas de volantes.
También hay espacio para los accesorios. Bolsos, colgantes, gafas de sol y pañuelos anudados que recubren la cabeza.
Esta rompedora propuesta que apuesta por la reutilización de prendas de segunda mano, nunca antes vista en la pasarela madrileña, reivindica la imperante necesidad de prolongar el ciclo de vida de nuestro armario. La customización y el rediseño de patrones son las herramientas más efectivas para frenar el impacto de la segunda industria más contaminante: la de la moda.
Texto: David Alarcón
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