El suicidio es la primera causa de muerte de los millenials.
Se está trabajando para que en 2019 exista una máquina que lo cumpla de manera indolora y rápida.
Se trata de una cápsula-ataúd con un botón en su interior que libera cantidades letales pero indoloras de nitrógeno.
Todo esto abre el debate de la eutanasia compasiva. ¿ Se debe legalizar? ¿Quién debe decidir sobre el derecho a morir?
Su nombre es Sarco, y está por el activista proeutanasia australiano Philip Nitschke, la apodada “máquina del suicidio” ya levantó multitud de críticas tras su presentación el pasado año en la Feria Fúnebre de Ámsterdam, aunque eso no parece haber desmotivado en absoluto a su autor: Sarco estará disponible a principios de 2019 con el objetivo, aseguraba Nitschke de “proporcionar a las personas una muerte cuando desean morir”.
Want to die by the seaside? See Virtual Reality Sarco euthanasia machine @ Exit ‘Last Chance’ Sydney DIY euthanasia workshop, tomorrow @ 1pm pm Thurs, 15 Nov
Rex Centre, Macleay St, Potts Point https://t.co/QML4T2pMtv pic.twitter.com/cgah8KPYLl— Philip Nitschke (@philipnitschke) 14 de noviembre de 2018
¿Cómo se utilizará?
Sarco quizás venda en tiendas físicas u onlines, aún no se sabe pero colgará en la web un documento de código abierto con el diseño de la máquina para que cualquier persona pueda descargarlo y crear su Sarco con una impresora 3D. Imprimirla, meterse dentro y pulsar el botoncito que libera el nitrógeno letal será así de fácil.
¿Tú que opinas sobre esto?
#WAG1MAG