La artista italiana Vanessa Beecroft es una de las creadoras más interesantes del panorama actual.
Quizá la conozcas desde hace poco, gracias a Kanye West (empezó a colaborar con el rapero en 2008, para el lanzamiento de su álbum 808s & Heartbreak) pero lleva ya bastante tiempo en el mundo del arte.
Nacida en Génova en 1969, Beecroft hizo sus primeras performances a principios de los 90. Con los años la artista se ha convertido en uno de los referentes del género, llamando la atención sobre su validez. 🔥
Las primeras protagonistas en las acciones artísticas de Vanessa Beecroft fueron mujeres jóvenes desconocidas que elegía en las calles.
Después de sufrir anorexia en su adolescencia y juventud, decidió encaminar su carrera a reflexionar sobre la mujer en el mundo contemporáneo: su papel, su rol social, sus deseos y sus esperanzas en un mundo altamente machista. 👭👭
En 1993 reclutó a treinta mujeres que vistió con su propia ropa para lograr un efecto de homogeneización y las puso a caminar sin rumbo en la galería milanesa Inga-Pin. Sería su primera obra, conocida como VB01.
Beecroft realiza obras de arte vivas (performances) con grupos de mujeres (casi siempre) ligeras de ropa o desnudas que se colocan en una posición preestablecida, sin hablar y moviéndose muy poco.
El único testimonio de estas prácticas se reduce a series fotográficas y videos, que en palabras de la artista es lo menos importante de su propuesta. En el arte conceptual, la acción es más importante que el objeto en sí. 👩🎨
Las mujeres la mayoría de las veces están vestidas y maquilladas idénticas, buscando borrar cualquier individualidad y los rasgos específicos de cada persona.
No obstante, en alguna ocasión Beecroft ha realizado performances con modelos masculinos y en concreto, a partir de su colaboración con el músico Kanye West, sus acciones comenzaron a experimentar una mayor diversidad de sexos.