Ante las restricciones y medidas tan heavys que nos ha ido dejando la pandemia, los jóvenes nos hemos sentido por primera vez coartados de libertades.
Ante esta pérdida de parte de nuestra juventud, si todo esto pasa, ¿nos entrará una especie de síndrome de Peter Pan con ganas de vivir lo perdido?
Hace poco el coronavirus cumplía ya 1 año en nuestras vidas, y de momento parece que viene para quedarse. España celebrará su cumpleaños en marzo, pero no se prevé una notable mejora hasta mínimo 2022.
¿Cuándo recuperaremos todas esas noches perdidas? ¿Esos viajes planeados? ¿Esos festivales soñados?
No sabemos ya qué creer, o qué decir. Sólo podemos sentir que cada día que pasa será un día menos para recuperar algún día la que era nuestra vida normal. Ojalá no tengamos que esperar tanto, pero viendo la situación, todavía estamos lejos de volver a vivir como queremos.
Como decíamos, en pocos meses pasaremos el umbral de un año viviendo en este infierno. Un año que lejos de llamarlo perdido, digamos que ha sido muy raro. Pero perder, hemos perdido muchas cosas. La primera, la noche, y es que si no formabas parte de la fauna nocturna que acechaba en la oscuridad de las fiestas de tu ciudad, probablemente no entiendas qué significa un año sin «salir».
Salir no sólo implica ir a una discoteca a dejar tu alma y no acordarte de nada el día siguiente (que también), hay muchas formas de vivir una vida nocturna, que en España era algo normal hasta poco menos de un año. Daba igual la hora que fuera que siempre iba a haber movimiento.
Recordamos esas noches de concierto saltando con y entre la gente, dándolo todo con tu temazo favorito. Esas miradas que sólo se cruzan bajo los focos y que acaban en besos para no olvidar. Esas caminatas de garito en garito en las que puede pasar absolutamente cualquier cosa. Esos festivales de verano dónde por unos días viajas a tu planeta musical favorito…
Esas birras con un desconocido que te cuenta su vida a menos de 2 metros, ese porro que te fumas con alguien que te ha caído súper bien estando en la puerta de tu garito favorito, esas conversaciones pedo que te cambiarán la vida porque nunca te atreviste a decirlo…
Hemos dejado de salir queriendo comernos el mundo, sin saber qué puede ocurrir y qué nos puede deparar la noche.
Todas estas prohibiciones del ocio, ¿Cómo afectarán a los jóvenes en unos años? ¿Cuándo volveremos a salir como antes? ¿ Cómo volverán los eventos y los festivales? ¿Cuándo se volverán a abrir esas noches? Y la gran pregunta es:
¿Querrán recuperar todos los momentos y noches perdidas cuándo todo esto pase? ¿Cómo serán las fiestas cuando ya no estemos en pandemia? ¿Sufrirán los jóvenes a futuro, el síndrome de Peter Pan?
¿Tú qué opinas?

