No hay semana en la que no se destape un escándalo por racismo en la industria de la moda.
Son muchas las marcas que, a pesar de prometer e insistir en su compromiso social y en la defensa de valores como la igualdad y la diversidad, vuelven a evidenciar que aún queda un largo camino por recorrer.
Gucci ha sido la última firma en verse envuelta en una polémica por racismo. Hace apenas una semana, las redes ardían y se abría un tenso debate en torno a uno de los artículos de su web. La prenda en cuestión, un jersey negro cuyo cuello se desdoblaba a modo de pasamontañas con una abertura en los labios, era duramente criticada por perpetuar el llamado “blackface”.
El suéter, perteneciente a su colección Otoño-Invierno 2018-2019, se podía adquirir en la página web de la marca por nada más y nada menos que 780€.
Ante la imparable oleada de comentarios y críticas por parte de los internautas, la firma se vio obligada a pedir disculpas, retirando el artículo de manera inmediata. “Gucci se disculpa sinceramente por la ofensa causada por el jersey Balaclava. La diversidad es uno de los valores más importantes en todas y cada una de las decisiones que tomamos”
Si algo queda claro es que cada vez son menos las personas que se quedan calladas ante este tipo de actos. Las redes sociales se convierten en estas situaciones en un vehículo rápido y eficaz para expresar la desaprobación y el rechazo, llegando a poner a las marcas más poderosas del mercado entre la espada y la pared.
#WAG1MAG
Texto: David Alarcón