Valencia se consume como una vela al llegar la tan ansiosa Cremá. El arte, la pólvora, la música, las falleras, la gastronomía y el desenfreno llenan todas las calles.
Estación del Norte, dos de la madrugada del 17 de marzo. Casi 200 personas recogen y limpian todos los restos de una larga noche de desenfreno entregada a la gastronomía y a la pólvora. En Fallas, la comida típica es la paella clásica hecha a leña de pollo o conejo. En la madrugada, aun se respira ese olorcito tan rico 😍de la paella impregnada en los edificios y en la ropa de los falleros. Agotados y preparándose para un día más, cogen sus polares con su respectivo distintivo de la comisión fallera a la que pertenecen. Cuando los falleros se van a dormir, los miles de jóvenes valencianos y no valencianos se van a cercando a las disco-móviles con muchos decibelios donde moverán las caderas imaginádose ser Shakira.
Algo similar está sucediendo en la mayoría de calles de Valencia que llegó a rozar los dos millones de visitantes, cuando la población habitual de Valencia es de 800.000. Elisa Ruiz, “el hecho de querer incrementar el turismo en estas fechas, ha hecho que en parte pierda su magia y su exclusividad,
Durante los días de Fallas, la metrópoli olía a pólvora y a aceite re-frito de los chiringuitos de buñuelos y de churros repartidos por toda la localidad que todos nos pusimos como unas cerdas. Al sonido de las verbenas, se le suma el constante y repetitivo ruido de los petardos, tirados por falleros y no falleros, y que suele ser el mayor atractivo
Mientras avanzas hacia el centro de la ciudad, la densidad de las personas y de las fallas va aumentando. Es imposible pretender usar el coche, bus, metro o bici ya que iras como una lata de sardinas🏃. El transporte público siempre iba repleto y muchas veces tenías que dejar pasar algunos convoyes para poder subir. Según el MetroValencia, pasaron 400.000 personas por las estaciones.
Las carpas y las fallas han cortado la mayoría de las calles y solo las grandes vías ventilaban la circulación colapsada. Con la Ofrena de flores a la Verge dels Desamparats se cortó toda la circulación de Valencia. Esta ofrenda es muy emotiva donde todos los falleros de todas las comisiones desfilan desde su comisión hasta
se vive con mucha emoción por la devoción que se le tiene a la virgen de los desamparados, es algo que sientes si naces en el ambiente fallero, es una sensación que no se puede explicar con palabras. Y todo aquel fallero espera ansiosamente ese momento.” Aurora Pérez Lluch, valenciana y fallera. Esta Ofrenda fue hecha a lo largo del día 17 al 18 de marzo. En la figura de la Virgen de los Desamparados, se llegó a poner unos 28.000 ramos de flores. 🌹esto es mazo flores, xiquets🌷😱😱
De noche, 💃suele haber verbenas, disco-móvil o todo lo que se te ponga por delante hasta las 4 de la madrugada. La plaza del Ayuntamiento es el foco de todas las actividades. Sobre la una del mediodía, la población empieza a llegar a la plaza a la espera de la tan ansiosa “mascletá”. Todos los negocios alrededor del Ayuntamiento hacen su agosto y hacen sus “clavazos” de precios.
En la última noche de las Fallas, la Cremá, las comisiones , todos los
falleros/as y los turistas se despiden entre lágrimas mientras se queman poco a poco las figuras de tantos días de trabajo agudo. Las Fallas desde que se iniciaron por los carpinteros que quemaban los trastos viejos ha pasado mucho mucho tiempo hasta que por fin🙌🏾👏 este año se convirtieron en Patrimonio Cultural e Inmaterial de la UNESCO. ¿Por que coño han tardado tanto en hacerlo Patrimonio Cultural e Inmaterial? PREGUNTO💁
¿Has estado en las fallas?
#WAG1MAG