¡ANTONIO! ¡ANTONIOOOOOOOOOOO!¿Dónde estás Antonio? Sí, si has ido al camping del Bilbao BBK Live este año sabes que este hombre era el más buscado. Cada noche, cuando volvías de los conciertos, oías voces salir de las tiendas al son de ‘Antonio’. De Antonio o de #Las Bistecs, porque su HDA también era coreada por los asistentes a las 6 de la mañana cuando el alcohol estaba en su punto crítico.
Pero eso no es todo. El camping se situado en la cima del monte, a unos 5 minutos en bus del recinto, por lo que necesitarás una chaqueta, manta o cualquier objeto que encuentres para taparte. Y es de agradecer. Los festivaleros asiduos a los campings sabréis que, cuando llega la mañana y el sol pega en la tienda, aquello parece una sauna solo que no puedes ni respirar. El camping del festival bilbaino este problema no lo tiene (casi nunca). Gracias al clima del norte y su ubicación en la cima del monte, podrás descansar hasta altas horas de la mañana si tus vecinos no berrean porque les ha aparecido una araña en el pezón o porque se han dado cuenta que han arrasado con todo el alcohol (El del vecino incluido).
Hay tantos momentos que destacar de estos 4 días de camping que no podemos quedarnos solo con uno. Los irlandeses/alemanes/británicos rojos como gambas sufriendo por el «calor» del norte que no llegaba a los 25ºC y que, a la 1 de la tarde, tenían más alcohol que sangre en vena. Los austriacos que no se creían los precios del alcohol (para bien). Allí una lata de cerveza cuesta en torno a 3 euros y, claro, los había que prefirieron dejar toda su ropa en el camping y llenarse la maleta de alcohol para volver a casa. (¡Grande Lennie!).
Por otro lado, el momento de la ducha se volvía en una odísea. Gritos, gritos y más gritos salian de aquellas cabinas cual película de terror. Si eras de los afortunados que llegaba a primera hora con el termo lleno, tenías agua caliente pero, si no, lo único que deseabas era que ese momento acabase lo antes posible.
La música de la barra que iba desde PXXR GVNG hasta Fuel Fandango, los sillones hinchables de BlaBlaCar, las latas que regalaban los chicos de RedBull o los chupitos de Jägermeister que el #TeamJäger regalaba por las tiendas te hacían sentir mucho mejor en medio de aquel monte y, es que, el camping del BBK debería ser estancia obligatoria para todos los asistentes al festival.
¡Larga vida al Bilbao BBK Live y a su camping!
TEXTO & FOTOS: GASPAR BLAYA @monsieurblaya
WAG1 club
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