Las esculturas de Daisy Collingridje son una maravilla y es por eso, que debes de ficharlas.
Obras para llevar puestas, cuerpos de tela que tientan al observador con la suavidad y dulzura de sus formas: los Squishies son arte para ser tocado. Así es como la artista describe cariñosamente sus esculturas de jersey y lana de algodón, capas de colchas ensambladas por el instinto creativo guiado por los materiales. 💖
La artista nacida en 1990 y criada en Londres, graduada en diseño de vestuario en Central Saint Martins, quien también ha llamado la atención de la industria gracias a sus obras “Lippydeema” y “Nigella”, donde presenta trajes esculturales que deforman la figura humana. También ha diseñado vestidos para Björk.
El concepto que propone Daisy combina arte, moda y performance, lo cual le hizo merecedora, en 2016, del premio a mejor diseñadora internacional otorgado por World of Wearable Arts Competition.
En sus obras, el tejido se convierte en una segunda piel, mientras que las formas inimitables celebran la carne y el movimiento de los cuerpos. Daisy dio sus primeros pasos en un mundo en la frontera entre la artesanía y la moda, hasta que vio cómo su primera prenda cobraba vida y «bailaba como si nadie la estuviera viendo».
Los Squishies no afirman ni niegan ningún tipo de cuerpo ideal, son una representación del increíble mecanismo de todos los cuerpos. Con líneas suaves y una paleta de colores cálidos, el artista transforma la anatomía humana en un medio de expresión, la diversidad en alegría y arte. Además con sus obras la artista busca una armonía de colores que nos encanta.
¿Conocías su obra?
