Contempopránea es la boda gitana del año, la comunión de tu prima, la despedida de soltera de tu vecina, son las fiestas del pueblo pero con una orquesta ligeramente diferente, es una gran familia. Contempopránea es y será tantas cosas como los asistentes quieran y deseen.
Alburquerque 📍 abría las puertas un año más, ya son veintiuno, al festival pop por excelencia y cómo no, lo viste y lo recibe a las laderas del Castillo de Luna. Un lugar peculiar cuanto menos con un único escenario donde concurre la jornada festivalera, precios populares, un sin fin de cubalibres a cinco pavos y una organización con pasión por lo que hace.
Podría ponerme a desmigar el cartel y sus conciertos, sin menospreciar ninguno de ellos pero con mención especial para The Charlatans y Belako, pero lo verdaderamente reseñable de este festival es su ambiente y su gente. Empezando por el camping, aquí una sufridora de ‘la caló’ extremeña, donde nada más llegar se respiraba ambiente pop. Porque sí, porque ser #popero es un estilo de vida y allí se empezaban a ver los primeros lunares y vestidos marineros. Al lado de éste se sitúa la piscina desde donde sonaban temas generacionales que nos acompañaron durante todo el fin de semana. Y donde más de uno yacía tras la juega de la noche anterior.
Un pequeño festival que apuesta por la música nacional, con un entorno mágico y un contexto fantástico con nada que envidiar a los grandes. Sin duda, Contempopránea lo hace el público, esta gran la familia, y de ellos depende su continuación. ¡Pasen, asistan y vean!
¡Larga vida poperos!
#WAG1MAG
TEXTO & FOTOS ; MARÍA ESPADA