Si nuestra cultura es patriarcal, es normal que nuestra lengua sea sexista; lo que no es normal es que tenga que seguir siéndolo por los siglos de los siglos mientras las leyes, las costumbres y las mentalidades cambian.
El vocabulario español todavía está lleno de palabras o definiciones con herencia machista. Algunas de ellas han sido actualizadas por la Real Academia de la Lengua en los últimos años, sin embargo, aún queda un término muy polémico en la resistencia: “consolador”.
Hace muchísimos siglos, los griegos son los primeros en “diagnosticar” una nueva enfermedad que sólo afectaba a mujeres, llamada Histeria femenina y cuyos principales síntomas eran: tener fantasías sexuales, la irritabilidad, la ansiedad y, según informes médicos, la “tendencia de las mujeres a causar problemas”.
La idea de que existía realmente la Histeria femenina se extendió por el continente y hasta alcanzó EE.UU. En el siglo XVI, esta “afección” ya era más que famosa y aceptada en la sociedad. Para los facultativos de la época la histeria era una “plaga” entre las mujeres, una “plaga peligrosa”, que se podía “tratar” con un masaje manual en los genitales.
La popularización de dichos masajes tuvo como resultado el primer “consolador” de la historia.
Hacia 1880, el doctor Mortimer creó este aparato a modo de “cura” definitiva de la supuesta Histeria.
No fue hasta 1952 que la Histeria femenina se desclasificó como enfermedad. Con todo, 67 años después, el término “consolador” se sigue utilizando para referirse a los aparatos diseñados para dar placer, arrastrando la huella machista del pasado.
Detrás de la palabra “consolador” está el verbo “consolar”; es decir, “aliviar la pena o aflicción de alguien”. Este término evoca la idea de que ese artilugio aporta un consuelo ante la soledad, o ante la ausencia de un amante. En la masturbación del hombre, por el contrario, no hay evocación alguna del consuelo, sino una idea de autosuficiencia.
Los juguetes eróticos merecen un término que represente los valores modernos de la sexualidad.
Mínimo. El resto de mejoras irán llegando poco a poco, así que mientras puedes llamarlo dildo o juguete sexual.
Además sabes que en países como Tailandia, están prohibidos?
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