La consistencia en el número de nuevas infecciones por VIH durante los últimos años señala que las actuales medidas preventivas no están funcionando adecuadamente.
Por este motivo la medicina ha sugerido que la profilaxis pre-exposición (PrEP) podría ser una herramienta más en la prevención de las nuevas infecciones por VIH.
La base teórica de la profilaxis pre-exposición está fundada en la administración de antirretrovirales antes de que se produzca un acto sexual que pudiera transmitir VIH.
No hay que confundir esta estrategia con la profilaxis post-exposición en la que se administra un tratamiento una vez que ya se ha producido el teórico contacto con el virus.
Si una persona está tomando PrEP y se expone a los fluidos de una persona con VIH, el medicamento antirretroviral ayuda a prevenir que el virus infecte las células del sistema inmunológico y así evita que se establezca la infección.
Según varios organismos la PrEP puede ser una poderosa herramienta de prevención al combinarse con condones y otros métodos de prevención para proporcionar una protección aún mayor que cuando se utilizan por separado.
Hoy por hoy el único fármaco recomendado para la profilaxis preexposición del VIH es la Truvada. Este remedio, que en España solo se receta si ha habido riesgo de contagio tras una relación sexual de riesgo, resulta más eficaz cuando se toma todos los días.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), numerosos estudios han demostrado que el uso diario de la PrEP reduce el riesgo de contraer la infección por el VIH en más de un 90%.
La parte negativa es su precio. El tratamiento cuesta unos 6.000 euros al año y no hay opción de conseguirlo fuera del hospital. El asunto está en pleno debate. Mientras tanto, el mercado negro florece…
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