Una colección rompedora y fiel a la estética de la marca, que se plantea la percepción de la realidad humana.
¿Puede algo existir sin ser percibido? ¿Se puede afirmar que existe cuando su existencia es desconocida? Por ejemplo: ¿el sonido es sonido sólo si una persona o animal lo oye? ¿Existe un árbol si no hay nadie alrededor para ver, oír, tocar u oler ese árbol? Existe naturalmente desde un punto de vista científico porque tanto los humanos como los animales somos capaces de percibirlo.
Así desarrollaba George Berkeley el idealismo subjetivo, el cual se resume comúnmente como “existir es ser percibido”. La existencia de Brain and Beast no pasa desapercibida nunca por MBFWM; que mantienen con esta corriente, influida por el inmaterialismo, que las cosas materiales no existen.
Sólo los objetos percibidos son aquellos que se pueden conocer. Hoy hemos conocido a un nuevo Brain and Beast en forma de Dogma, pero siendo fiel a su estética. En forma de perfomance, y con coche incluido en medio de la pasarela, la marca se mantiene comercial, original y divertida.
Mediante statements gráficos, gags cómicos y una teatralidad característica han conseguido destacar en una edición fría y marcada por el coronavirus. Estampados muy locos y mucho color, que le han otorgado a la pasarela un tinte cálido necesario esta edición. Un juego forma de entender la moda muy Moschino, que nos encanta ver en la pasarela madrileña.
«Prendas que son o no son, piezas invisibles, elementos que sostienen otros elementos en el vacío y siluetas que evocan tiempos felices en una realidad dogmática: la que asegura que la verdad es elástica y las mentiras, a base de repetirlas, se convierten en verdades, donde existe la trampa…; y que, vigilados o no, manipulados o sí, esta historia no es más que un viaje a la felicidad, esa realidad desconocida e intangible donde lo importante es creer.»
¿Te mola la realidad de Brain and Beast?
