Una nueva era comienza en la maison Balenciaga desde que llegase a su dirección creativa Demna Gvasalia, después de la salida de Alexander Wang. Un giro en las colecciones habituales de la firma parisina, mezclando sus líneas más clásicas y arquitectónicas con un estilo #underground.
Por primera vez la casa de moda presenta una línea de prendas prêt-à-porter masculina, su propuesta ha llegado en la semana de la moda de París, dejándonos ver trajes oversize con hombros extremadamente anchos, mezclados con pantalones de traje cortos y botas altas; para continuar con camisas ceñidas y cortas.
El tejido estrella elegido para la colección fue el Oxford, pudimos verlo en pantalones combinados con camisas cortas, en trajes de diferentes tonalidades, abrigos, bermudas y chaquetas largas cruzadas. Añadiendo a los looks unas botasde piel de serpiente que conseguían romper el punto clásico de los trajes.
El show continuó con pantalones de talle alto y fluidos, combinados con bomber de cuero en diferentes tonalidades, adquiriendo un toque más juvenil en la colección; cadenas colgando, blazers cortas, mezcla de colores arriesgadas, volúmenes en los hombros con aires militares, gorras y gabardinas que hacían un giño a las prendas de mujer. Mientras que la demostración tenía aires solemnes, había indicios de ironía y humor, como las tarjetas de visita Balenciaga metidas en los bolsillos en lugar de pañuelos.
El espectáculo culminó con trajes de etiqueta cuadrados, chalecos de fantasía que permitían ver el brazo al aire y bufandas jacquard con aires eclesiásticos, la utilización del terciopelo y la predominación del negro.